Gnocchi de malanga con salsa de mojito Salinense

No es la primera vez que intento hacer gnocchi de papa, yautía o malanga. Los resultados siempre han sido mixtos: a veces quedan bien y a veces la cago bien duro. Creo que la primera vez que me enteré de la existencia del gnocchi fue en Barcelona, en algún restaurancito italiano fuera del bullicio turístico. Era un viaje estudiantil de la escuela de derecho y recuerdo que el profesor que nos acompañaba pidió el plato. El profe quería algo “liviano”, así que los pidió a la aglio e olio (solo de ajo, aceite de oliva y perejil).

En realidad el gnocchi no es un plato liviano. No estoy seguro, pero es probable que el profe no pudiera dormir esa noche de la jaltera tan light que se dio. Es heavy, llena y es sumamente bondadoso pues lleva muy pocos ingredientes. Ideal para estos días de cuarentena y, por qué no, de semana santa. Llevo al menos 20 años siendo agnóstico, pero no reniego que ayer durante el viernes santo busqué en Amazon Prime el clásico The Ten Commandments protagonizada por el insoportable de Charlton Heston. Había que pagar por la peli, so fuck it no la vi. Elegí Once Upon a Time in Hollywood de Tarantino. Si es de Tarantino tiene que ser buena, pero no me explico cómo se fue por encima de The Irishman que dirige Martin Scorsese. Tampoco entiendo cómo Brad Pitt obtuvo el Oscar por encima de Al Pacino. Pero todo cool, soy fan de Brad también.

En fin, acompañe este plato con la película de su predilección.

¡Salud!

Vamo’ al mambo

Tengo que decir que este ha sido el mejor gnocchi que me ha quedado: livianos, suaves al paladar y con el sabor de la malanga en primer plano.

Ingredientes:

  • Malanga
  • Harina de trigo (o la que tengas)
  • 1 huevo
  • Agua
  • Sal y pimienta

No hay medidas, tantea y toca la comida con las manos (bien limpias ok) para familiarizarse con las texturas. No sé explicar técnicas de cocina, pero la idea es ir viendo la textura de la masa mientras se trabaja. Es esencial no pasarse con la harina como también no poner de menos. La idea es que la masa quede entre pegajosa y compacta. Si es muy compacta va a saber mucho a la harina y va a caer muy pesada; si es muy pegajosa va acabar como dumplines pasados de cocción. Trial & error. Atrévase.

Pienso que este gnocchi de malanga va bien con pescado. Yo los acompañé con dos arrayaos fritos. Pero podría ir perfectamente con una ensalada de bacalao.

La salsa: mojito Salinense

Bueno, en todo caso inspirado en el mojito que tradicionalmente acompaña a los platos de pescado que se sirven en el área costera de Salinas. No es igual, ya sé. Pero juegue con lo que le quede en la nevera. Esto fue lo que hice: no hiervo el gnocchi como se hace tradicionalmente. En su lugar los pongo a dorar en un sartén con aceite de oliva. Cuando estén doraditos les añado 1 diente de ajo picado en láminas, hojas de laurel y le guayo 1 o 2 tomates frescos. Añada un poco de vino blanco seguido de sal y pimienta. Deje cocinar unos minutos, añada vinagre blanco a gusto y al final cilantro fresco.

¡Buen provecho!

Leave a comment